El Pas del Gat, Cala Deià y el Castellàs, desde Son Marroig

06-jul-2013+ ficha- fichaVer trackGalería de fotos A finales de 2013, mi amigo Pep Torrens, me ha comentado que en la pared seca entre Sa Marineta y Sa Pedrissa, han puesto una alambrada conectada a unos sensores que detectan cuando las tocan. Al poco aparecen dos guardas que “amablemente” te prohíben el paso, por lo que volvemos a estar en las mismas de la vez anterior.  Así que mientras no encontremos una alternativa, conviene tener mucho cuidado en este tramo de la ruta
En Mayo de este año ya estuvimos por esta zona, pero realizamos un itinerario distinto, que nos obligaba a saltar vallas y a meternos en terrenos privados en los que normalmente los montañeros no somos muy bien recibidos. En esa ocasión no publiqué el track, pero hice la promesa de volver a la zona por caminos menos “prohibidos” y poder subir el track y el resto de información.
Así que nos hemos animado, sobre todo contando con la ayuda del track descargado de la página de nuestro amigo Toni Sureda, que hace poco estuvo en la zona; también guiado por Jaume Tort, amigo común y experto en la zona.
Una advertencia que debo hacer en esta ruta, es el especial cuidado con las “lletreres”; una planta bastante abundante en esta zona y que una de sus principales peculiaridades, es que el líquido que rezuma su tronco tiene un alto contenido de látex muy tóxico. Si lo tocamos con las manos y después con éstas rozamos alguna parte sensible de nuestra piel, o los ojos, podemos sufrir una intoxicación importante.
En la montaña, o cualquier parte por donde nos movamos, intento seguir una norma muy sencilla y saludable: si no lo conozco, mejor no tocar.
Así pues, hechas estas advertencias, iniciamos la ruta de hoy en el parking de Son Marroig, en la carretera Ma-10, entre Valldemossa y Deià. Aprovechamos a primera hora para hacer las fotos a la Foradada desde el mirador de Es Galliner, seguramente el más concurrido de todos los miradores de la
Foradada. Pasamos por delante de las casas y llegamos a la barrera que salvamos por la escalerilla metálica de la derecha (2’). Estamos en el Camí de sa Foradada, que al principio está hormigonado. Poco más abajo, ya convertida en pista de tierra, encontramos a la derecha el Mirador de sa Foradada (4’).
La bajada no tiene ninguna complicación, ya que de momento seguimos siempre la pista principal, hasta que encontramos a la izquierda las Coves de Son Marroig (7’), con unos escalones que nos invitan a subir al mirador de Sa Trona; en la misma pared y asegurado por una oxidada barandilla. Como hace poco que estuvimos, esta vez pasamos de largo, hasta llegar al mirador del Rol.lo Gros (6’) y sus característicos escalones. A éste sí subimos, nos hacemos las fotos de rigor y continuamos bajando por la pista, hasta que en una curva cerrada a izquierdas, en la derecha sobre un montículo de tierra, encontramos un pequeño hito que nos marca el sendero por donde abandonaremos la pista de Sa Foradada (3’).
Este sedero bastante bien marcado, gracias al esfuerzo de Jaume Tort y algunos amigos más que le ayudaron en la labor, es fácil de seguir, ya que cuenta con numerosos hitos y bastantes flechas rojas que indican siempre la orientación correcta. A los 10’ pasamos la pared de piedra en seco que separa las posesiones de Son Marroig y de Sa Marineta, por un pequeño derrumbe y poco más arriba pasamos junto a una especie de balma muy abierta (3’). Hasta aquí, desde la pista todo ha sido subida, y estoy seguro que a estas alturas ya hemos pasado el Pas des Gat, pero si tuviese que ubicarlo en un punto exacto, no podría.
A partir de aquí el sendero desciende un poco y después vuelve a subir para superar una zona rocosa previa a la pared seca que separan las fincas de la Marineta y Sa Pedrissa y a la que llegamos en 14’ desde la balma. Pasamos la pared y continuamos dirección Norte y sin alejarnos de los acantilados, enseguida tendremos a la vista el mirador del Cingle d’en Visc, al que llegamos en 4’ desde la pared. Merece la pena detenerse un rato y disfrutar de las vistas de la costa y de la Foradada, que nos ofrece este precioso mirador.
De espaldas al mirador, continuamos por la amplia pista que tenemos de frente. A los 2’ a la derecha encontramos una roca picada y convertida en pileta. Poco más adelante encontramos un cobertizo de animales –al que no llegamos- y a la izquierda otra pileta picada en la roca o modo de abrevadero (2’). Desde aquí vamos dirección Noroeste, bajando entre bancales, hasta localizar una amplia pista (2’) que baja dirección Noreste.
Esta pista acaba cerca de una baja pared seca (3’), que pasamos por un portillo sin barrera. Al otro lado encontramos un camino que seguimos ayudándonos por los hitos y marcas de pintura, hasta encontrar, en una bifurcación, una piedra en el suelo con dos flechas rojas (6’), donde tomamos a la izquierda hasta llegar a un abrevadero cubierto (3’). El camino rodea el abrevadero por la izquierda, pasa el portillo sin barrera de una pared seca (1’) y continua su descenso hasta alcanzar una torrentera donde encontramos un hito cerca de un pino (8’). Unos metros más abajo el camino se bifurca; a la derecha va hacia la Torre de Sa Pedrissa y hacia la izquierda, atravesando la torrentera, va hacia la zona conocida como Es Banc (6’).
En esta zona antiguamente se descargaba contrabando y conserva la vieja argolla donde se amarraban las barcas. Ahora está reacondicionada como zona de asueto del hotel-restaurante de Sa Pedrissa. Después de visitar la zona regresamos al camino (6’) para tomar ahora el ramal que va hacia la torre de Sa Pedrissa. Antes de llegar a la torre nos enfrentamos a una alta pared de piedra en seco (4’) que pasamos por una zona que no tiene alambrada. Al otro lado continuamos Norte hasta llegar a la torre de Sa Pedrissa (5’), donde aprovechamos para reponer fuerzas disfrutando de las vistas sobre la costa.
Desde la torre tomamos el camino, dirección Este, hacia Cala Deià. Pasamos una barrera (12’) y llegamos a la pista junto a una barrera (2’). Poco más abajo encontramos otra barrera (4’) que pasamos por la derecha y al llegar al camino de la cala vamos a la izquierda para llegar hasta ésta (5’).
Salimos de la cala por la carretera en dirección a Deià, y al llegar al puente de hierro y madera, pasamos sobre él para iniciar el Camí des Ribassos, hasta a la bifurcación con el camino del Pi de sa Pedrissa, señalizado con una baliza (3’). Tomamos a la derecha, pasamos la barrera metálica, pasamos junto a las casas de Can Lluch y Can Caleta (5’) y un par de barreras más, hasta llegar a una nueva bifurcación con otra baliza (7’). En esta ocasión vamos hacia la izquierda; hacia Deià.
Siguiendo este sendero también pasaremos alguna barrera más, y junto a las casas Son Bauçà (10’), para desembocar poco después en una calle asfaltada (1’); que siguiéndola en la misma dirección nos dejará en 2’ en la carretera principal. En la carretera vamos a la izquierda y a los 2’ tomamos el desvío a la derecha, hacia Can Quet. Una vez en este desvío, seguimos por el segundo camino a la derecha (2’). Dejamos a la izquierda la parte trasera de las casas (1’), pasamos una barrera (1’) y llegamos a una bifurcación (2’) donde la pista principal va hacia la izquierda; aquí tomamos el camino de la derecha.
Este camino en claro ascenso, tiene un tramo recto y después de girar a la izquierda, realiza varios zigs-zags. Tenemos que prestar mucha atención en este tramo para no perder los hitos y las flechas rojas que nos ayudan a seguir el camino hasta pasar un portillo con una barrera de madera (7’). Poco más arriba dejamos a la derecha una vieja caseta (4’) y después llegamos a unas paredes de piedra en seco con rejilla en las inmediaciones de una casa grande (3’). No tenemos ningún problema para salir hasta la pista hormigonada de la urbanización de Ses Planes (3’), siguiendo las flechas amarillas que nos guían hacia la izquierda.
En la pista vamos a la izquierda, para abandonarla enseguida, también por la izquierda, por un camino que arranca en subida pegado a una pared de piedra en seco. En este tramo también prestamos especial atención en no perder los hitos y las flechas rojas. Pasamos junto a una caseta en ruinas (9’) y más arriba llegamos  a la pared medianera de Son Rul.lan, que pasamos por un botador (11’).Al otro lado tenemos un despejado olivar y seguimos la indicación de una flecha roja en un árbol, hacia la derecha, hasta llegar de nuevo a la pared con un hito encima (3’). Aquí volvemos a saltar al otro lado y bajamos un poco buscando los hitos que marcan el inicio de una pista, que hacia la izquierda, Nortenoroeste, nos llevará hasta los pies del Castellàs (7’), poco antes de que el camino empiece a descender y antes de un pino atravesado en el camino.
Aquí, sin camino, vamos hacia la izquierda en fuerte subida, hasta llegar a un pequeño collado (3’), con tres pinos pegados a las rocas de la derecha. Ahora hay que realizar una pequeña grimpada, en las rocas de la derecha, para alcanzar la cima del Castellàs (2’). El archiduque Luis Salvador dijo de esta atalaya natural, que desde aquí se disfrutaban de las mejores vistas sobre la Serra de Tramuntana.
Bajamos hasta el camino por el mismo sitio por donde hemos subido, pero desviándonos ligeramente a la izquierda, para dar junto al pino atravesado (5’). Aquí seguimos el amplio camino de carro hacia la izquierda, rodeando el Castellàs. Pasamos junto a una balsa (2’) y después de varios zigs-zags y una recta, dejamos la pista por un atajo a la derecha (6’). Ahora vamos bajando entre bancales buscando el punto más fácil, hasta desembocar de nuevo en la pista, que hacia la izquierda nos dejará en la carretera Ma-10, cerca del hito del km. 66 (6’).
Ahora no queda más que seguir por la carretera, hacia la derecha, hasta el parking de Son Marroig (6’), donde habíamos dejado el coche a primera hora de la mañana.