El Camí de s'Escolta

15-jun-2013+ ficha- fichaVer trackGalería de fotos He tenido que convencer a Jaume Tort, para que nos enseñe este sencillo camino de vistas magníficas y que hacía mucho tiempo que tenía ganas de recorrer. Jaume no está acostumbrado a itinerarios tan cortos y se resistía un poco, pero al final logré que nos acompañara.
El camino va de Son Mas a Can Costa o viceversa. Por lo visto el nombre le viene dado por la existencia de un vigía o escolta que hacía este recorrido. Hay datos de cronistas por los que podemos deducir que ya existía en 1552 cuando el desembarco corsario en la zona de Valldemossa. También parece ser que s’Arxiduc lo restauró e hizo construir los miradores y también parece que los últimos propietarios de Son Mas, han restaurado los miradores de la zona, el camino y el entorno.
Debemos tener en cuenta, pues, que estamos en una propiedad privada, que de momento no han puesto trabas para circular por este precioso camino, y si respetamos el entorno, seguramente podremos seguir disfrutando de él mucho tiempo más.
Actualmente el camino sólo tiene una parte accesible –algo más de la mitad- y otra que discurre por fincas valladas que no permiten el paso. El acceso desde la zona de Can Costa también está cerrado, por lo que el tramo que recorremos es el que empieza en la carretera que baja a la marina o puerto de Valldemossa, la Ma-1131. Este tramo está muy bien definido ya que al parecer lo usan para el descenso los escaladores que practican en las paredes, justo debajo del camino.
Dejamos el coche entre Son Mas y una curva cerrada, antes del hito del km. 1 de esta carretera, en unos pequeños ensanches donde no se molesta al tráfico. Caminamos por la carretera en dirección al puerto hasta encontrar a la derecha el inicio del Camí de s’Escolta (7’). El primer tramo del camino está bastante invadido de vegetación, que no dificulta en exceso el avance, pero si llevamos pantalón corto, saldremos con algún arañazo de los carrizos.  Llegamos a una pared medianera (2’) con un pequeño derrumbe, por el que pasamos para continuar ascendiendo. Pasamos junto a la esquina de un muro de piedra en seco (4’) y el camino hace un leve giro a la izquierda, llevando la pared a la derecha.
A partir de aquí el camino se hace más evidente, pierde desnivel y no tiene ninguna dificultad el seguirlo. Encontramos a la izquierda un pequeño horno de cal (6’) junto a unas rocas a la izquierda. El primero de los miradores lo encontramos un poco más adelante, siguiendo en la misma dirección (2’). A los 6’, continuando dirección Norte encontramos el segundo mirador y en 3’ más llegamos a un balcón natural con barandilla de madera y unos asientos más que originales.
El tercer mirador lo encontramos a tan sólo 5’ y es el límite del camino al que llegamos, ya que a partir de este punto tendríamos que saltar rejillas y entrar en zona privada, para poder continuar. Así que damos la vuelta y regresamos por el mismo camino hasta el coche al que llegamos en unos 32’ aproximadamente.
La de hoy ha sido una ruta muy corta y sencilla que compensa la paliza del sábado pasado. Es un paseo apto y recomendable para todos.