El matrimonio formado por Enrique y Heidi Gildemeister ha regalado a una fundación una finca de mil hectáreas que poseía en Mallorca. El objetivo es que se mantenga intacto este santuario natural situado en la sierra de Tramontana, un auténtico tesoro medioambiental. Una fundación proteccionista gestionará esa finca que abarca seis kilómetros de litoral en los municipios de Pollença y Escorca.
Es un escenario montañoso y con valles con zonas cultivadas sin apenas intervención en el paisaje. Está vetada su explotación urbanística y los dueños rechazaron las tentaciones de su venta en el mercado inmobiliario. Tampoco han mediado en su gesto los políticos. Los Gildemesiter, él ingeniero agrícola y ella experta en jardines de plantas mediterráneas casi sin riego, dedicaron su finca Ariant a la agricultura y ganadería ecológicas y nunca han usado pesticidas.
Allí reinan unas de las mayores colonias de buitres negros y halcones de Mallorca y se observa una gran diversidad de insectos y flora, sin vulnerar por las fumigaciones o las aportaciones químicas a la tierra o el agua. La pareja de filántropos, con raíces peruanas, alemanas y suizas, donaron en enero Ariant a la entidad privada Fundación Vida Silvestre Mediterránea (FVSM), creada en 2002, para que custodie la integridad del espacio rural y salvaje.
“Es un legado excepcional, una obra increíble de una vida, se trata de uno de los tesoros naturales de la sierra de Tramontana ”, significó Juanjo Sánchez, uno de los gestores de la fundación que gestionará Ariant y de la entidad madre la Black Vulture Conservation Foundation (BVCF, Fundación Voltor Negre). Esta entidad proteccionista fue lanzada por austriacos y holandeses para lograr preservar la amenazada colonia de buitres negros de Mallorca.
Ariant tiene sus casas, zonas de cultivo y ganadería extensiva con 300 ovejas, con jardines con plantas del lugar y plantaciones de frutales exóticos (kiwis, aguacates) gracias a su microclima. Allí vuelan también águilas pescadoras, hay sapos ferrerets y son notables los endemismos de flora y fauna. Existe un sistema de fuentes naturales y cuevas ya exploradas. El encinar es de gran importancia. El patrimonio histórico cultural es destacable, con las torres de defensa y señales de montaña Ariant del siglo XV y Ariant d'Abaix, que se supone anterior al siglo X.
El destino de Ariant será “la conservación de la naturaleza y del patrimonio cultural de Mallorca y del Mediterráneo”, dice Sánchez. "Sin transformar el entorno, en absoluto". Desde 1988 la propiedad facilita la protección de los hábitats de nidificación y alimentación de los buitres negros. En 2002, Ariant firmó un convenio de custodia del territorio. “Allí, en Es Puig Gros de Ternelles, fue la zona cero para la recuperación de los buitres, con una sola pareja en cría, décadas atrás. Este año volaron tres pollos, la mitad de los nacidos en Mallorca”, dice Sánchez.
Entre los patronos de la nueva fundación tutora de la finca están el hotelero Ferran Porto, el payés de Fornalutx, Nofre Bisbal, y el gestor Antoni Coll. “Esperemos que este gesto sea un ejemplo para otros, que se logren apoyos privados para la gestión sin interferir en los procesos biológicos y el entorno natural”, reseñó Sánchez, quien significó que la donación se ha “mantenido en la más estricta discreción, hasta la conmemoración del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza”.
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